Ficha 2

Profa. Cecilia Bergero Profa. Silvia Román

Mi nombre es Nahuel, estoy cargando el auto porque hoy empiezo las vacaciones con mi familia. Me acuerdo de chico que siempre nos íbamos con mis padres a la playa y a mí me encantaba; lo que no me gustaba tanto era el viaje, me aburría un poco porque era largo, duraba como cuatro horas. Nos íbamos a un balneario de Rocha que queda a unos 300 kilómetros de Montevideo, donde los pescadores lo habitan todo el año.

Cuando llegaba, lo primero que hacía era ir a buscar a mi amiga Macarena, su padre era pescador. Con Macarena éramos amigos desde hacía un montón de tiempo. Mis padres ya sabían que hasta la hora de la merienda no me iban a volver a ver, mi madre decía “cuando tenga hambre vendrá”. Lo primero que hacíamos con Macarena es ir a la playa, corríamos hasta llegar a la orilla, mis pies pasaban del infierno al paraíso: primero los quemaba la arena caliente esa donde nunca llega el agua, luego mejoraba al encontrarnos con la arena húmeda y finalmente el paraíso: mis pies se hundían en el agua de la orilla fresquita y transparente. Con mis pies chocaban los tatucitos y los piojitos de mar y ahí parados veíamos hundirse a los berberechos y algunos caracoles, luego que la ola volvía al mar. Macarena no tenía problema, pero yo cuando veía que en la orilla había aguas vivas no me metía, ya me había pasado de meterme y picarme y me había ardido bastante. Ella me decía que no era para tanto y me pasaba arena mojada. A veces, también aparecían en la costa otros individuos azulados, unos eran chicos y parecían pequeños barquitos con vela y otros se asemejaban a una bombita de agua llena de aire.

A mí me gustaba ir de aventuras por las rocas, sacábamos algunos mejillones que estaban fijados a las rocas profundas cubiertas por el agua y a veces encontrábamos estrellas de mar. Algunos días desde las rocas más altas veíamos pasar a lo lejos en el agua algún grupo de toninas. A Macarena le gustaba esperar la llegada de los pescadores, se ponía feliz cuando veía a lo lejos el barco de su padre “La macarena”, muchas personas también los esperaban para poder comprar el pescado fresco. La pesca del día variaba podían traer: lenguado, brótola, mero, ¡¡raya y hasta tiburones!! Con los peces siempre venía algún cangrejo atrapado entre las redes. Las gaviotas sobrevolaban a los pescadores, esperando poder capturar algún pescado para poder almorzar.

A mi madre le gustaba en la tardecita ir al paseo de los artesanos con mi papá para comprar buñuelos de algas y aritos de calamar, decía que tenían otro gusto que se notaba lo fresquito de los productos y que eran mucho más ricos.

¡!Dale papa!! El grito de mis hijos Mateo y Victoria me sacan de mis pensamientos. Y siguen gritando ¡Dice mamá que faltan guardar dos bolsos más!! yo no entiendo para mí que Macarena piensa que en lugar de un auto tenemos un camión de mudanzas.

Texto elaborado por: Profa. Silvia Román

Actividades de la FICHA2: Recuerdos de vacaciones.

Considerando la información del texto resuelve lo siguiente:

1- Cuenta de qué se trata.

2- Observa los ejemplares conservados y relaciónalos con los descritos en el relato.

3- ¿A qué balneario hace referencia el texto? Ayúdate con un mapa o ingresa a

www. turismo.gub.uy.

4- ¿En el recorrido de Nahuel y Macarena hacia la orilla, por cuantas zonas atraviesan?

Indica las características de cada zona.

5- Considerando la información de la siguiente tabla, asígnale un nombre a cada zona del ítem 4.

6- Ubica las diferentes zonas del ítem 5 en el esquema adjunto: ¿qué representan las letras a y b?

7- ¿Podrías considerar a la playa como un ecosistema? Argumenta a favor o en contra.

8- Considerando los organismos del cuento, propone tres criterios para clasificarlos.

9- Elige un organismo, busca una imagen, averigua su nombre científico y descríbelo. (Tarea domiciliaria)

10- Luego de haber compartido el video, ¿le realizarías algunos cambios al texto o qué hábitos deberías modificar?